Grace Ramirez Chef, humanitaria dedicada, educadora, autora y personalidad televisiva, la chef Grace Ramírez se ha convertido en una líder mundial que lleva su herencia y carisma latinoamericanos a las vastas audiencias de Oceanía y América. Una mezcla de poder de celebridad y conocimiento arraigado de la complejidad culinaria de la tradición latinoamericana, Grace ha hecho su propia vida. Está comprometida a dar forma al futuro con auténtica vitalidad y cuidado sostenido de la alimentación.

¿Cómo comenzó tu pasión por la cocina y cuál fue el punto de inflexión que te llevó a convertirte en chef?


Desde niña, la cocina fue el corazón de nuestra familia. Mis abuelos y mi tía Morela, con sus habilidades culinarias, nos enseñaron que la comida es más que nutrición; es un lenguaje de amor y unión. Mi transición de productora y directora en cadenas como Nickelodeon y MTV a dirigir programas en Food Network, como “Throwdown con Bobby Flay,” fue decisiva. Aunque Gordon Ramsey me despidió de “MasterChef USA,” su consejo de asistir a la escuela culinaria fue el empujón que necesitaba para perseguir mi sueño de chef, llevándome a trabajar en cocinas de Nueva York y convertirme en una voz para la comunidad latina en la industria.

– Tu trabajo humanitario con World Central Kitchen ha tenido un impacto significativo. ¿Qué te inspiró a dedicarte a la ayuda en situaciones de crisis?


La filantropía es un reflejo de mi crianza y experiencias personales. Perderlo todo en Venezuela me enseñó la volatilidad de la vida y la importancia de la solidaridad. Mi compromiso con la ayuda humanitaria se fortaleció con World Central Kitchen, donde he podido contribuir a la creación de programas de impacto en América Latina, manteniendo la filosofía de que debemos ser el cambio que deseamos ver en el mundo.

– Durante la pandemia de COVID-19, lideraste un esfuerzo masivo para alimentar a los trabajadores de primera línea en Nueva York. ¿Qué desafíos encontraste y cuál fue el resultado más gratificante de esta iniciativa?


La pandemia trajo desafíos únicos, como escalar la operación de restaurantes MWBE y mantener la calidad y seguridad de los alimentos. La coordinación logística fue compleja, pero el resultado más gratificante fue ayudar a los restaurantes a sobrevivir y ver la solidaridad de la comunidad neoyorquina. Este esfuerzo colectivo no sólo alimentó cuerpos, sino también almas, y reafirmó la fuerza de nuestra comunidad.Y le agradezco mucho a la ciudad de Nueva York de nombrarme “Covid Hero,” por toda la labor hecha durante esa época.

– Tu compromiso con la educación es evidente a través de tu trabajo con el Departamento de Educación de Nueva York. ¿Cómo crees que la educación culinaria puede ayudar y empoderar a los estudiantes?


La educación es el pilar de la transformación social. Mi sueño es que cada escuela cuente con su huerto y que los estudiantes aprendan el valor de la comida desde su origen. Este enfoque no solo promueve hábitos saludables sino también un respeto por el proceso alimentario, algo que he admirado y promovido a través de programas internacionales como el Garden to Table de Nueva Zelanda.

– Has trabajado en proyectos de colaboración con marcas importantes. ¿Cuál ha sido tu enfoque al desarrollar productos y conceptos culinarios innovadores?

La autenticidad y la alineación con mis valores personales y profesionales son cruciales en mis colaboraciones. Mi enfoque siempre ha sido trabajar con marcas que resuenan con mi pasión por la educación, el empoderamiento femenino y la sostenibilidad, lo que me ha permitido desarrollar productos y conceptos que son fieles a mi identidad y misión.

– ¿Cuál de tus libros de cocina consideras el más especial y por qué?

“La Latina” es una ventana a mi alma y herencia. Especialmente querido para mí, este libro es un mosaico de recetas familiares que abarcan la rica diversidad de América Latina. A pesar de los retos de adaptar estas recetas a un contexto moderno, el libro se ha convertido en un medio para compartir y preservar nuestra cultura culinaria.

– Eres una figura influyente en USA y Latinoamérica. ¿Cuál es la clave de tu éxito en ambos mercados?


La perseverancia y el propósito son las claves de mi éxito. Trabajo incansablemente y veo cada desafío como una oportunidad para crecer. Mi colaboración con Aramark, que ha llevado la comida latina a más de 85 universidades de EE. UU., es un testimonio de lo que se puede lograr con pasión y esfuerzo. Mi éxito se basa en la convicción de que mi trabajo debe tener un impacto positivo y duradero en la comunidad.

– Tu libro, “La Latina Cocina”, ha llevado sabores auténticos de América Latina a entornos académicos. ¿Qué te inspiró a emprender este proyecto?


“La Latina Cocina” es más que un libro de recetas; es un viaje culinario que celebra la rica tapestry de sabores que América Latina tiene para ofrecer. Inspirado en mi herencia familiar, este libro es un tributo a las tradiciones que me han formado y a las experiencias que he tenido la fortuna de vivir a lo largo de mi carrera. Mi padrastro peruano, mi madre que reside en México, y mis raíces venezolanas, todos han jugado un papel crucial en la formación de mi identidad culinaria y personal.

Trabajar en Latinoamérica con Nickelodeon, MTV y Food Network me permitió explorar la diversidad y la riqueza de nuestra cultura. “La Latina” es un reconocimiento a ese continente vibrante, lleno de pasión y respeto por la comida que nos define y nos une.

Publicar “La Latina Cocina” en Nueva Zelanda representó un hito significativo, siendo uno de los primeros libros de su género por una chef latina. Fue un desafío y un honor llevar estos sabores auténticos a entornos académicos y más allá, ofreciendo un homenaje a Latinoamérica que resuena con sinceridad y respeto en cada página. Este proyecto no solo honra mi pasado sino que también celebra la influencia continua de la gastronomía latina en el mundo.

– Más allá de la cocina, te has dedicado a iniciativas filantrópicas y a empoderar a minorías y mujeres. ¿Cuál es tu motivación detrás de este compromiso?


La filantropía y el activismo son el corazón de mi carrera, extendiéndose mucho más allá de los límites de la cocina. Como mujer latina en Estados Unidos, he experimentado tanto la minoría como la exclusión, lo que ha avivado mi deseo de luchar por causas que trascienden mi propia existencia. Esta pasión me lleva a actuar, a contribuir y a empoderar a aquellos en posiciones vulnerables. Mi impulso viene de un lugar de gratitud y responsabilidad: entender que el éxito verdadero se mide por cuánto podemos elevar a los demás en nuestro camino hacia el progreso.

En mi trabajo con World Central Kitchen y Aid for Life, me enfrento a la crisis migratoria actual en Nueva York, ofreciendo entrenamiento y oportunidades en la industria hospitalaria. Esta labor no solo ayuda a llenar más de 10,000 vacantes disponibles sino que también promueve la integración y fortalecimiento de nuestra comunidad. En estos tiempos desafiantes, mi objetivo es convertir la adversidad en una oportunidad para aquellos que buscan un nuevo comienzo, y es esta pasión por el servicio y el amor por la hospitalidad lo que define mi enfoque y mi contribución al cambio social.

– ¿Cuál es tu visión para el futuro de la gastronomía y cómo esperas seguir impactando en la industria y la sociedad?


Mi visión es una industria gastronómica inclusiva y sostenible, donde cada esfuerzo contribuye a un bien mayor. Estoy trabajando para crear una franquicia social que beneficie a restaurantes y trabajadores por igual, llenando vacantes y brindando capacitación y empleo a inmigrantes, cerrando el círculo de necesidad y oportunidad.

¿Cuál de tus proyectos más recientes te llena de un orgullo particular?

Es un honor destacar mi participación en la producción y organizacion del Día de los Muertos en Times Square el pasado 2 de noviembre. Este evento atrajo a más de 400,000 personas, marcando un hito cultural latino en Nueva York. La fusión de tradiciones, la abrumadora respuesta de la comunidad y la resonancia cultural hacen que esta experiencia sea única y profundamente significativa para mí. Colaborar con la Ciudad de Nueva York, el Times Square Alliance, Pedro Zamora, Mi Familia Vota, Justice for Migrant Women, el Department of Transportation, y otros admirables, fue una experiencia inolvidable. Cada detalle meticulosamente planificado contribuyó a un evento que no solo celebró nuestras raíces, sino que también dejó una marca perdurable en la historia del corazón de Nueva York. Ser partícipe de algo tan histórico me colma de satisfacción y un profundo orgullo.

Aparte de tu impactante trabajo en el ámbito filantrópico, ¿hay otro proyecto del que disfrutes especialmente?

Ser embajadora global del ron Zacapa es uno de los roles que más disfruto. Más allá de su excepcional calidad, este licor representa el empoderamiento femenino bajo la dirección de la maestra destiladora Lorena Vázquez. Su enfoque meticuloso y único, a través del sistema solera, se refleja en cada detalle, incluso en la banda de Petate tejida por cientos de mujeres en Guatemala. Ser parte de esta marca no solo es un honor, sino que también me ha brindado la oportunidad de conectar con personas fascinantes en la industria, incluyendo reconocidos mixólogos. Cada experiencia con Zacapa es un viaje lleno de significado y orgullo, una historia que se desarrolla con cada sorbo.

By Carolina Torres

Fotos: Dawin Rodriguez

Styling : Crisbey Maldonado

Grace Glamsquad: Yli & Marco Maranghello

Producer: Sasha Inoa

Video: CC Media Factory

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